Quiero dedicar esta publicación a las mujeres de La Cala hilos de plata, las que están «detrás del escenario». A ellas yo les confío mis diseños, les entrego un hilo de plata y me devuelven una obra de arte. Cuando creamos la empresa Mariano y yo en 2006, quisimos que ésta tuviera un beneficio social, que llevara en sí parte del espíritu emprendedor y altruista de la Cala, mi bisabuela. Ella fue la responsable de haber podido crear esta empresa porque me enseñó a tejer desde niña. Fue una mujer luchadora, una de las pocas de su generación que trabajó y estudió hasta anciana. Así que decidimos enfocar nuestra labor social a las mujeres de Perú, nuestro país de origen, a excelentes artesanas que generalmente no son reconocidas por su talento y son mal remuneradas. En Lima existe mucha pobreza, miles de personas llegan a la capital buscando un futuro mejor y terminan viviendo en la periferia de la ciudad, en áridos cerros donde conseguir […]